viernes, 4 de mayo de 2012

La fuente de tu néctar.

No se si Sabrás que sigo leyéndote.

Creo que mis ideas
 hicieron fugazmente las valijas
 y se hicieron dicho y hecho,
 poniendo en peligro
 una muestra de respeto
 y toda mi entereza.

 En tu cara ya ni soy,
 no existo en el imaginario
 Solo, te lavaste la cabeza.

No me tengas tanto miedo
 Odiaría romper tu fuente preferida,
 la que sirve el néctar
 al cual te acostumbraste.
Casi cuatro años de consumo,
 olas de humo inmerso
 en tu mar de néctar,
 feliz,
 complaciendo y dejándote querer.

 Ya ni se
 si cambió algo,
 o seguís
 en aquél
cielo
De plácidas nubes.

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