domingo, 8 de abril de 2012

El idiota

El jardín huele a tierra húmeda, a llovizna,
lágrimas de quienes lloran recostados en las nubes.

La inmensidad del horizonte se apoderó de mi en la espera, lo siento eterno.
¿Quién nunca se esposó al reloj por mera volutad?
Starosta, vámonos de aquí.

Ýa no hay tiempo
Ya no hay día,
se oscureció hasta el alma
Starosta basta,
no te pierdas en la noche
ya no esperes,
ya no calles,
no lo tragues,
no te quedes,
Ya no esperes más.

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