A veces pienso en escapar,
irme a otras dimensiones.
Montañosa sequía me espera para acunarme en las cumbres
O yo la espero, mejor dicho...
Arduas mareas de miedo me detienen,
Todo podría inundarse, dejandome sola y desnuda en aquella sequía, como en éste inmenso Buenos Aires.
El agua podría llevarselo todo, todo eso que te moldeó.
Los relojes, la cronología
¡Me persiguen los relojes! Corren, pero a mi si me detienen...
No quiero que el tiempo pase
No quiero quedarme desnuda y fría en la inmensidad.
Las edades, los lugares, y el subsuelo...
Escalofríos
lunes, 29 de agosto de 2011
Y
¿Racionalizar? Imposible
Como se puede hacer un proceso mental de algo ilógicamente esplendoroso
como que los pies van en el pecho y las manos en tu pelo y...
se acostumbra uno tan fácil a estar lleno, que ya no me puedo soltar
y las camas atrapan, los cuentos, las palabras y...
Sensaciones indescriptibles, te miro y te veo
te veo bien acá, como siempre
Quien sabe cuantas vidas significa eso, o cuantos minutos
Lo que si se, es que ya no quiero irme.
Como se puede hacer un proceso mental de algo ilógicamente esplendoroso
como que los pies van en el pecho y las manos en tu pelo y...
se acostumbra uno tan fácil a estar lleno, que ya no me puedo soltar
y las camas atrapan, los cuentos, las palabras y...
Sensaciones indescriptibles, te miro y te veo
te veo bien acá, como siempre
Quien sabe cuantas vidas significa eso, o cuantos minutos
Lo que si se, es que ya no quiero irme.
martes, 9 de agosto de 2011
El sufrimiento quedó escuálido
Los árboles reverdecieron
Las luces se encendieron
Los cuerpos se hundieron,
Levantaron vuelo estremeciéndose de placer.
Ojos sinceros, mentes abiertas,
creadores de realidades paralelas.
Barcos que zarpan hacia una libertad común.
La mar está quieta ya.
La luna es guía.
Los árboles reverdecieron
Las luces se encendieron
Los cuerpos se hundieron,
Levantaron vuelo estremeciéndose de placer.
Ojos sinceros, mentes abiertas,
creadores de realidades paralelas.
Barcos que zarpan hacia una libertad común.
La mar está quieta ya.
La luna es guía.
Los cuerpos seguros de su integridad,
de su existencia,
repudian la muerte y el encierro gris de ausencia.
Levitan, perfumando el aire con amor de cal y arena,
construyendo fuertes eternos donde albergarán a sus familias,
transformándolos en sus hogares.
Y allí, donde duermen, comen y procrean,
será su lugar en el mundo.
Allí, se sentirán libres de alma.
Así, perderán el miedo a dejarla ir,
por que ella estará llena.
de su existencia,
repudian la muerte y el encierro gris de ausencia.
Levitan, perfumando el aire con amor de cal y arena,
construyendo fuertes eternos donde albergarán a sus familias,
transformándolos en sus hogares.
Y allí, donde duermen, comen y procrean,
será su lugar en el mundo.
Allí, se sentirán libres de alma.
Así, perderán el miedo a dejarla ir,
por que ella estará llena.
lunes, 8 de agosto de 2011
Mercedes
Como todos los días domingo a las 11 de la mañana, Isabel tendía la ropa en aquella soga del campo de Mercedes,Bs. As, bajo el sol del mediodía naciente.
Nadie a su alrededor, era temporada baja y las casas vecinas estaban vacías, pero ella decidió retirarse de igual modo; espiritualmente de cuerpo y alma, alejándose de las bocinas de la city.
Ya no necesitaba esconderse, jugaba sola, rodaba sobre la alfombra de pasto que acariciaba su alma giro tras giro.
Las flores olían a encuentro; de esos con el sabor de las almas y olor a ensueños. Cerró los ojos rápido. Se le cayeron los párpados como caerían los telones del teatro Cervantes, como desalineando el sol del sistema solar, como si se apagara el mundo en un instante fugáz.
Una mano áspera de labrar le acaricia la mejilla. Abre los ojos. La mano la guia hacia la maleza.
Recorrieron el amplio lugar, observando las flores oriundas de aquel cuerpo de sabia verde-bosque. Silencio más rotundo del que ya había. Se miraron a los ojos como si no hiciese falta decir nada, ella lo sabía todo y el observaba y entendía.
De pronto las almas se distanciaron de los cuerpos, de esos que estaban uniéndose con los ojos.
Se fundieron una en la otra. Comenzó a sonar una guitarra con una música suave, repleta de arpegios. Se acercaban como en una zambita, vuelo tras vuelo, agitándo las manos y tomando la seda, desnudándose en todo sentido, gritando en las alturas.
El universo lo entiende, esa es la ley de las almas. Dormir plácido, solitario y seguro, y despertar con la mano guía , la mano que escribe los destinos de las almas en el bosque de Mercedes.
Nadie a su alrededor, era temporada baja y las casas vecinas estaban vacías, pero ella decidió retirarse de igual modo; espiritualmente de cuerpo y alma, alejándose de las bocinas de la city.
Ya no necesitaba esconderse, jugaba sola, rodaba sobre la alfombra de pasto que acariciaba su alma giro tras giro.
Las flores olían a encuentro; de esos con el sabor de las almas y olor a ensueños. Cerró los ojos rápido. Se le cayeron los párpados como caerían los telones del teatro Cervantes, como desalineando el sol del sistema solar, como si se apagara el mundo en un instante fugáz.
Una mano áspera de labrar le acaricia la mejilla. Abre los ojos. La mano la guia hacia la maleza.
Recorrieron el amplio lugar, observando las flores oriundas de aquel cuerpo de sabia verde-bosque. Silencio más rotundo del que ya había. Se miraron a los ojos como si no hiciese falta decir nada, ella lo sabía todo y el observaba y entendía.
De pronto las almas se distanciaron de los cuerpos, de esos que estaban uniéndose con los ojos.
Se fundieron una en la otra. Comenzó a sonar una guitarra con una música suave, repleta de arpegios. Se acercaban como en una zambita, vuelo tras vuelo, agitándo las manos y tomando la seda, desnudándose en todo sentido, gritando en las alturas.
El universo lo entiende, esa es la ley de las almas. Dormir plácido, solitario y seguro, y despertar con la mano guía , la mano que escribe los destinos de las almas en el bosque de Mercedes.
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