
Es la tierra un maravilloso
país desconocido,
lleno de seres que convierten
en real lo fingido.
Cuando la fuente imaginaria
se agota en la inventiva
y a los cristales del ensueño
la luz se les esquiva:
<< ¡Siga el cuento -claman los seres- que tanto nos cautiva! >>
Así el país maravilloso
sobre el yunque del yo,
episodio tras episodio,
su leyenda forjó,
y al ocaso, un mundo de amigos
el alma nos pobló.
Recibe, Alicia, este pueril
libro con mano tierna
y ponlo allí donde la infancia
salva la vida interna,
como el ferviente peregrino
guarda una flor eterna.
país desconocido,
lleno de seres que convierten
en real lo fingido.
Cuando la fuente imaginaria
se agota en la inventiva
y a los cristales del ensueño
la luz se les esquiva:
<< ¡Siga el cuento -claman los seres- que tanto nos cautiva! >>
Así el país maravilloso
sobre el yunque del yo,
episodio tras episodio,
su leyenda forjó,
y al ocaso, un mundo de amigos
el alma nos pobló.
Recibe, Alicia, este pueril
libro con mano tierna
y ponlo allí donde la infancia
salva la vida interna,
como el ferviente peregrino
guarda una flor eterna.
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