lunes, 4 de julio de 2011

Escarbando un poco dentro mío con una pala, sacando tierra y objetos perdidos, evado esos libros ; Los del cómo, los del cuándo; la ética y la moral. Descubro mis deseos, mis represiones más inmensas. Gigantes me Golpean con sus bastones largos , como queriendo evitar algo. ¿Tendrán miedo que descubra en mi tumba mi origen, mi razón y mis sombras? ¿O que vea, en algún rincón del pozo las filtraciones de luz? Yo sé que en la profundidad del suelo, donde corren crecientes las raíces de las plantas y los árboles, hay una luz que es la mía propia, tan propia como aquellos objetos perdidos. Pienso robármela y así, contemplándola, casi como acariciándola con los ojos , incorporarla de nuevo en su lugar: Mi cuerpo/alma.
Y allí, cuando mi objeto se absorba como un tafirol en el estómago, que corra por mis venas, mi sangre , voy a sanarme un poco.

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