domingo, 20 de abril de 2014

Posesivitú

Armamera
madre plena
arnícola cabeza inquieta
giratoria
Somnífera piel de cera
Incúlsera misión:
tu cresta

Soles Salen
 Súbita melena
Misnita búlea viva
ojos acuados
que viene y bate
 vívoras, gigantes
amarilla miel
delicia
miseria para el cobarde

Quisiera ingerirte,
que me corras por la sangre
valvucéo tu nombre
en arameo
y en Griego escribo
tu néctar endemoñado
volátil, malevo
desparramado entre los dedos

despilfarando tiempo
en pensar
que voy a
tocar el viento con los pies
agarrándolo
sugetándolo con firmeza
para luego, dejarlo irse.




Fragata

Fragata Sarmiento huele a café, radio y debates futbolísticos.
 Dos tipos jugando al ajedréz se declaran la guerra pasiva que trae la edad, , trasgresores en la estrategia de las vidas agotadas.
 En Fragata Sarmiento se toman los café cortados, y se comen medialunas del ayer mientras todo sigue corriendo. Los colectivos no frenan, los semáforos tampoco, rodando la avenida.
En Fragata Sarmiento el frío no se entrega del todo a los viejos que fuman sentados en la vereda mirando quienes pasan.
Por Fragata Sarmiento llega Paco con un disco de Gardel y ahí arranca la pelea maleva.
 Fragata Sarmiento queda donde el tiempo se congela y los longevos muerden y arañan las sillas y las mesas para quedarse en la época de sus andanzas.